miércoles, 29 de abril de 2009

El quid de la cuestión

Hay certezas que son perfectamente compatibles con una vida llena de incertidumbres.
Yo las llamo las certezas eventuales.
Recuerdo que cuando estudiaba se repetia siempre el ejemplo del terrorista que pone una bomba debajo de la mesa en que va a sentarse un ministro .Existe una intención directa(el "animus")la muerte del ministro, y una eventual la muerte de las personas que están a su alrededor, no se desean pero se aceptan como inevitables .Imagino que se trata de no pensar en ello, ahí esta el quid del éxito final.
Pues yo vivo con esas certezas eventuales , están ahí, las conozco pero cada mañana deseo que por algún milagro extraño desaparezcan, como quizás el terrorista espera que un golpe de suerte haga que unos segundos antes de la explosión la persona sentada al lado del objetivo y ajeno a la finalidad del crimen se levante porque le llamen por teléfono o a saludar a un conocido. Sabe que la buena educación lo impedirá pero aún así invoca a la posibilidad remota de que el inocente se aleje del lugar.
Tampoco quiero pensar en ello, el pensamiento es a veces como una goma de borrar que modifica de un plumazo toda esperanza.
Quiero seguir creyendo como cada mañana que en el ultimo instante un milagro evitará ... Que no será, que no está siendo.

Acallar a esa vocecita que en cualquier momento me susurrará mientras duermo , tu ya lo sabias .

8 comentarios:

Hyku dijo...

Como decían en Matrix...hay cosas que son inevitables...

Besos previstos

Carz dijo...

Yo siempre he pensado que el mero hecho de acertar no significa que se tenga razón, pero, en seguida, dejo de pensar, porque pienso que pensar castra y, como de momento, no tengo la voz atiplada, infiero que no pienso, luego puede ser que exista, pero no siendo francés, pongamos samburu, que no cuentan (no porque no importen, que tampoco importan mucho) sino porque cada vez que recuentan (o sea, que se censan) son menos. Y como la miseria no les impide ser felices, pienso que una goma de borrar puede cercenar toda esperanza, pero no de un plumazo, sino de un gomazo.

Y, no, mi manicomio no es concertado, es penitenciario (vamos, carcelario)

Un beso.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Es que la vida, aunque esté llena de incertidumbres, tiene grandes tragaderas:C'est la vie

Gwynette dijo...

La certeza y la incertidumbre, dos términos totalmente contradictorios, y los dos son femeninos.. o_O

Hiciste Derecho?

Besitos

NoSurrender dijo...

lo cierto es que los milagros no existen y el dolor sí. Es duro, pero no hay otra manera de estar en el mundo y menos de moverse por él.

Como decía Máximo en aquella película de gladiadores, ¡Fuerza y honor!

Antígona dijo...

Supongo que la diferencia es que el terrorista puede modificar su ánimus y evitar así las certezas eventuales. Puede traicionar sus principios, su causa y echarlo todo a rodar.

Pero nosotros no podemos hacer nada por modificar nuestro estar en la vida. O sí, podríamos, pero ni siquiera nos lo planteamos. Asumir los daños colaterales que siempre, de una manera u otra, se derivan para otros de nuestro estar aquí, forma parte del duro proceso de aprendizaje de lo que significa estar aquí. Y aun así, la máxima que nos guíe puede ser: "hacer el menor daño posible". Al menos en lo que consideremos que está en nuestra mano. Y también este ánimus cuenta.

Un saludo

Etèria dijo...

Entre ser victima y verdugo me decanto por lo segundo, daños colaterales siempre habrán y me han pisado lo suficiente como para aprender que todo tiene un precio.

Besos

Miss.Burton dijo...

Yo ya no escucho las voces esas de dentro... sigo a toda leche, porque sino siento que pierdo algo, supongo será la vida. Porque cuando paro, también me agijonea el cerebro esas cosas de las que tu tan bien hablas... y prefiero no pensarlas. Ni siquiera me acordaba de ellas, eran un molesto ruido de fondo..
Lo malo es que pensamos demasiado, en mi caso, que me llaman la sacapuntas, y la analítica eterna... se que es por eso, por parar y pensar. Pero siempre acabo por acordarme de que esos pensamientos preceden a decisiones importantes, que están marinadas, y bien cosntituidas por sus razones antes analizadas.
Bueno, cortoycambio, que yo tb estoy de manicomio.
Que un beso, me alegro mucho de verte.. aunque sea siempre a salto de mata.. Qué tiempos aquellos donde sí podía entrar y salir varias veces al día de tu casa... Somos las mismas, pero la vida cambia....