jueves, 13 de agosto de 2009

En la playa, parada en seco

Una pareja se acerca a borde de la piscina, ella es mucho mas joven que el y le ayuda a bajar las escaleras . Me parece una imagen terrible, no quiero verme en esa situación, tienes que prometerme que no me ayudaras a bajar las escaleras ....prometelo.

Leo "Tokio Blues "de H.Murakami."Es pensando en ti , por las mañanas, cuando me dedico a darme cuerda y a vivir un nuevo día. Me digo a mi mismo .Vamos!!!Hoy empieza otro día . Animo !!! "

A mi me pasa lo mismo, me doy cuerda cada mañana pensando en ti.
Pienso que ojala estuviera en casa ahora , buscaría una foto apropiada para este post. Unas escaleras de piscina , siento debilidad por las escaleras.
Las de una piscina hoy serian perfectas .

7 comentarios:

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

"Tienes que prometerme que no me ayudarás a bajar las escaleras ....promételo".

Sin comentarios, que no quiero estropear nada.

Eso sí, besazo.

Antígona dijo...

Qué poder tienen los otros para darnos cuerda. Es una lástima que a veces nosotros mismos no podamos hacerlo, pero poco importa si hay un otro en nuestra cabeza que tira de nosotros y nos imprime fuerza. El mejor regalo del cielo.

Disfrútalo. Y cuidado con los tropezones en las escaleras :P

Un beso!

ybris dijo...

Hace ya tiempo que leí "Tokio blues" y me gustó tanto como el sabor a tristeza que me dejó.
Quizás sea por ese sentimiento de invalidez que nos obliga a pensar en que necesitaremos de los otros, no para pensar en ellos -cosa llevadera y confortante- sino para depender de ellos.

Besos.

Dr.Mikel dijo...

Las escaleras son barreras arquitectonicas, siempre se tiene que contemplar otro tipo de accesos.
Bsos.

Lokita dijo...

Hubieras avisado y te hubiera proporcionado una.
Mi adicción por las fotos me hace tener en el PC, una capeta con el nombre "Escaleras", hubiera sido fácil, aunque supongo que llego un poco tarde.
Prometido.
Besitos

Gi dijo...

Ese preciso instante en que nos despertamos y aparece la imagen de la que nos valemos para darnos cuerda, es mágica

NoSurrender dijo...

Debe ser muy triste tener la conciencia de que uno ha pasado a ser meramente una carga para el ser amado. Si se pierde ese mínimo de dignidad, en mi opinión, se ha perdido ya todo. No se puede recibir sin dar.

Murakami me deprime un poco. Espero que si Tokio Blues te recuerda a alguien especial, tu relación con ella no se parezca a la que presenta la novela.

Besos!